otra vez yo,
acá dándole poder a la gente para destruirme.
una vez permití que mis oídos te escucharan, y creo que me acostumbre a eso, al tono de tu voz, al doblaje de tu trato, a la seducción de tus labios, a lo divino de tu tacto.
me acostumbre a ver tu rostro en las mañanas, y si no lo veo, buscarlo en los pasillos, encontrarte en el balcón. llamarte a miradas, a sonrisas, cansada de esperarte, y de desearte.
las ansiedades a flor de piel, el anhelo en la punta de la lengua, ya no tolero la situación, y sin embargo no puedo reprochar nada.
poco a poco descubrí como se revirtió la circunstancia.
me sofoca la idea de tenerte cerca y no poder avanzar, me cuesta tanto fingir, y pensándolo bien a veces, casi siempre, ya ni siquiera lo hago.
una vez que mis gustos ya están definidos, no hay vuelta atrás, vaya a contramano, a la inversa o de reversa. nada mas quiero salir de donde me metí, cuesta tanto abrir la puerta y entrar, pero al mismo tiempo cuesta exactamente lo mismo abrir la otra puerta y salir, dejar atrás algo no concretado.
Ya ni siquiera soy yo, ya comencé a ser esa tonta niña embobada en caprichos inútiles que poco a poco, día a día van perdiendo fuerza, sentido, y mucho mas que todo eso, dignidad, tiempo, cerebro, lagrimas, y demás.
Tú, ya comenzaste a tener este poder de destrucción sobre mi, intencional o no, lastima, duele porque nada mas soy una niña, queriendo que un muchacho la quiera, y ve como todo va pasando a su alrededor, y pasa nada mas, pero sólo espera que un día el mundo frene para que el muchacho vea a la niña que deja pasar, cada mañana, cada momento, cada día de nuestras vidas.
... el día que el decida sentarse a descubrirme, me desenvolveré para el, en mi propio caminar para conocernos juntos en nuestro mar.
por ahora, no te escucho más!
... el día que el decida sentarse a descubrirme, me desenvolveré para el, en mi propio caminar para conocernos juntos en nuestro mar.
por ahora, no te escucho más!
No hay comentarios:
Publicar un comentario