- Este almacén de sábanas que no arden, este teléfono sin contestador. Lo llamaré mañana, hoy se me hizo tarde.
- Esta forma tan cobarde de no decirnos que no.
- Esta huelga de besos, este letargo,
- Estos ojos que no miden ni comparan, ni se olvidan de tu cara, ni se acuerdan de tu cruz
No abuses de mi inspiración, no acuses a mi corazón tan maltrecho y ajado que esta cerrado por derribo por las arrugas de mi voz se filtra la desolación de saber que estos son los últimos versos que te escribo.